El Butoh explora mucho más allá del dolor, es un lenguaje corporal de expresión que encierra sentimientos desde lo más profundo del ser, manifestándose en una danza visceral.
Cuando hablamos de Butoh se nos hace difícil poder saber qué es realmente, por lo general se asocia a las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki. Lanzadas por fuerzas estadounidenses, produciendo devastación en Japón; dejando enfermedades, muertes y a un País entero en desolación.
El comienzo de esta manifestación artística se la debemos a Tatsumi Hijikata y Kazuo Ohno.
El sentido verdadero del trabajo de Hijikata como bailarín, no fue la expresión dolorosa de un hombre presionado y reprimido por tiros de una patria llamada guerra, fue una expresión de los elementos importantes de la vida.
Kazuo Ohno, profesor de educación física, bailó butoh hasta los 104 años de edad en su Ciudad natal en conjunto con su hijo Yoshito Ohno.
El lenguaje del butoh se ha venido desarrollando de distinta forma en los países donde se ha enseñado y presentado, cada lugar tiene un folklore distinto que nos entrega una forma de ver la vida distinta. El cuerpo de un latinoamericano es distinto al de un asiatico.
Cada artista genera su propio butoh, su propia forma de ver la vida y la muerte, el traspaso de estas dos formas es lo que da paso a la coreografía que va generar un movimiento poético. Este hilo de movimiento conductor entre la vida y la muerte, está expuesto en cada forma de vida, desde una piedra hasta la inmensidad del Universo.
En cada lugar donde se presenta toma una distinta identidad, utilizando distintos colores en el cuerpo o sin maquillaje. Por lo general el maquillaje asociado al butoh es el de color blanco, que hace relación con el color que tiene el espiritu. En pinturas del siglo XII en la época medieval del Japón el color blanco se utilizaba para representar a espíritus, el nombre con que denominaban ese tipo de pintura era Buyo.
Chile es un País donde el butoh se ha venido desarrollando desde la mitad de los 90, actualmente existen distintos grupos y artistas que lo cultivan en distintos territorios, donde desarrollan su performance desde distintas visiones. Dentro de las compañías que hacen butoh está Bayku, que mezcla la danza teatro con este lenguaje proveniente del Japón.
A continuación trabajos realizado por la Compañía Bayku:
Foto tomada para la exposición que realizó Simón Pais en el año 2006, con la obra «Bay, el Emperador de los mil vientos»
Bayku se formó en 2004 en el Valle del Elqui en Chile, presentando ese mismo año su primer montaje de danza, llamado Bay, el Emperador de los mil vientos. Otras piezas coreográficas destacadas de la compañía son; El refugio de Kaman, La Diosa del Tamarugal, Pasaje al Gen, Desde la Raíz, Semilla de Luz, Llapëmn, Quinta Estación, Canto Nuevo, Madre Luna, Camarín de Mujeres y Radio Danza Performática (obra digital) y Regenerar (video danza). Los países donde se han presentado son Colombia (2008-2009-2011-2014-2015-2018-2019-2020 y 2021), Venezuela (2011), Argentina (2012), Perú (2013), Ecuador (2007-2018 y 2020) y Brasil (2021).
La siguiente fotografía es de la obra Regenerar. Es un video danza que narra desde un lenguaje poético, el dolor, la muerte y la esperanza que hubo en el golpe militar que existió en Chile en 1973.
Se estrena en julio del 2021, desde la plataforma de Onomá teatro en Barraquilla, Colombia.
Dirección, coreógrafía, banda sonora e interpretación: Andrés Gutiérrez
Dirección de arte y realización de post producción audiovisual: Francisca Álvarez
Fotografia; Lori Zarricueta.
*Interacción y colaboración con el Director y Coreógrafo Andrés Gutiérrez –Compañía Bayku